viernes, 20 de noviembre de 2015

Una tarde " de cine"

Es difícil imaginar que vamos a una fiesta en medio de un hospital. Pero así es. Es el Día del Niño y el teatro del Hospital Niño Jesús, algo escondido,  es como un paréntesis que se engalana de arcoíris. Como si ese arco de colores les protegiera a ellos, a los pequeños, de todo contra lo que están luchando.
Allí, en ese escenario, llegarán ilusiones y magia para hacerles olvidar lo que les ha llevado hasta allí y les impide volver a casa.
Hoy hay payasos y magos que dan color a esas sombrías horas que supone una hospitalización. Pero antes, iremos al cine. A un cine especial. Donde las palabras se hacen de música.
Parece algo simple, casi natural. Sin embargo es una idea brillante y dependerá de su ejecución para que dé los frutos deseados. Ambas cosas suceden. 

Marta ha tenido esa brillante idea y su maestría al piano la hace realidad. Y lo muy complicado y preciso aparece como parte natural de la historia que vemos. 

El teatro recibe a bastantes pequeños, algunos ya más crecidos. Van , como ya hemos dicho en otras ocasiones, atados a sus goteros o sus impedimentos. Pero están contentos de vivir una tarde especial. Sus padres, agradecidos, disfrutan de verlos animados.

Marta nos explica las historias que vamos a ver.
Son fragmentos de películas muy conocidas y hermosas. Ella les dará vida y sentido en las notas de su piano con una elocuencia admirable. Lo borda y tanto es así que nos pareciera que las notas salen de la historia que estamos viendo y ya no sabemos qué da vida a qué. Como una pintora de trazo invisible, dibuja en la pantalla lo que vemos a golpe de tecla; certero, nítido. Las notas se persiguen y van dando forma a lo que vemos en pantalla. Y así, ante nuestros ojos, se dibujan la risa, la emoción,el vértigo, la tristeza, la fortaleza, la ilusión.

Unos fragmentos de películas mudas, un piano, baja la luz...y nos lanzamos por ese tobogán maravilloso de la música hecha esencia y virtuosismo con total naturalidad.

El teatro es ahora una barbería donde Chaplin, nos saca las carcajadas o un viaje hacia al arcoíris en busca del Mago de Hoz o la vorágine de una ciudad
como Nueva York en los años 20 que nos sorprende a los adultos por reflejar de forma tan fresca las miserias de hoy. 




Se nos ha hecho corto, pequeños. Nos ha sabido a poco. La magia de la música da paso ahora al mago de verdad que os hará ver lo que no hay. Del mismo modo que, por unos momentos, hemos dejado de ver vuestros goteros y vuestro dolor para quedarnos prendados en vuestros ojos abiertos de sorpresa y emoción y en vuestra sonrisa.

1 comentario:

  1. ¡Querida Esther!

    Gracias por tus emocionantes palabras. A mí también se me hizo corto: fue tan breve como intenso tener como público a estos espectadores de lujo. Y sobre todo, tener la oportunidad de ofrecerles un paseo por caminos que no son los de su realidad cotidiana, es un absoluto privilegio. Aún más: aparte de los innegables beneficios que la música provoca en el ambiente hospitalario, es un aprendizaje extraordinario para el músico, imposible de obtener en otro escenario. Y ello es posible gracias a Música en Vena y a todos los que apoyáis este sueño hecho realidad.

    Un fuerte abrazo, y gracias de nuevo.

    Marta

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